31 marzo 2011

Pobres ricos y ricos pobres

Japón es un país pobre que se las arregla para ser rico. Es pobre porque solo el 20% del territorio es cultivable, no tiene recursos naturales y es azotado por terremotos, huracanes y tsunamis, pero son la tercera economía mundial. Este hecho no lo podemos atribuir ni a su religión, ni a su antigüedad porque otros países budistas son muy pobres y otras naciones antiguas también lo son. Es la mentalidad del japonés la que lo lleva a superar carencias y adversidades con tanta fuerza que han llegado a ser ricos.

Los latinos vivimos en países ricos en recursos y suelos fértiles, pero nos las arreglamos para ser pobres y culpar a USA y el capitalismo. Al convertirnos a Cristo, dejamos algunos vicios y tradiciones, pero conservamos la mentalidad de pobreza. ¿En que se refleja la mentalidad de pobreza en nuestras iglesias?
1. En pensar que no tenemos dinero para la obra. Sin embargo hay familias que gastan $ 20,000 en una quinceañera, pero cuando se trata de la obra del Señor siempre hay quien sugiera lo más baratito.
2. En la costumbre de quejarnos para que nos ayuden en vez de hacer primero todo lo que este a nuestro alcance.
3. En pensar que los recursos están afuera de la congregación y no dentro de ella misma.
4. En pensar que primero debemos ganar nuestra Jerusalén y después ir a las naciones, lo cual es mentalidad de campo misionero cuando deberíamos pensar en convertirnos en fuerza misionera.
5. En el aislamiento de los líderes para no contribuir, o por temor a perder gente cuando en realidad sobra.

Gracias a Dios hay iglesias que prueban que si es posible desarrollarse, impactar la comunidad y ser generosos. La clave es cambiar la forma de pensar que produce pobreza.

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03 marzo 2011

Experimento

El domingo 30 de Enero inicie un experimento para medir cuanto tiempo toma realizar un cambio de comportamiento. Cambie el reloj de mi mano izquierda a la derecha. El primer día siempre consulte mi mano izquierda para ver la hora, como no veía el reloj, lo buscaba en mi derecha.

Un día y medio después, por primera vez consulte mi mano derecha. Pensé que ya había cambiado el hábito de buscar la hora en la mano izquierda, pero aun estaba lejos de lograrlo.

Una dificultad que no anticipaba es que después de bañarme, inconcientemente me pongo el reloj en la mano izquierda. Han pasado dos meses y ya estoy mirando la hora en mi mano derecha, pero todavía algunas veces olvido ponerme el reloj en la mano derecha.

Este experimento me ha hecho reflexionar sobre lo difícil que debe ser para una persona dejar la droga, o para un grupo implementar un cambio de comportamiento. Las lecciones aprendidas son:

1. El cambio es más difícil e incomodo de lo que pensaba.
2. Si de veras quiero cambiar debo ser intencional y persistente.
3. Un cambio puede implicar otros. Por ejemplo, acostumbrarme a consultar mi mano derecha implica habituarme a usar el reloj en esa mano.
4. He tenido que desarrollar la habilidad de usar la izquierda para colocarme el reloj.
5. Ayuda el compartirle a otros el progreso que estamos haciendo.
6. De veras el cambio viene de adentro para afuera. Todo lo comencé con un pensamiento y estoy persistiendo en el.
7. Mientras mas tiempo hallamos practicado algo, mas difícil cambiarlo.
8. No le he pedido a Dios que me ayude en este cambio, pero El es la más poderosa ayuda para el cambio.
9. Si no estamos enfocados en cambiar. simplemente estamos pedaleando en una bicicleta estacionaria.

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