02 abril 2012

Enfoque

Algunos amigos dicen que me he vuelto popular por el dicho, “No debemos perseguir dos conejos a la vez porque no vamos a agarrar ninguno de los dos”. Es que me frustran las reuniones donde hablamos de varios asuntos y no concretamos ninguno. El punto es que lo que logremos en la vida es determinado en gran parte por nuestro enfoque.

En estos días alguien me dijo, “No podemos silbar y cantar a la vez”, y me impactó porque a veces trato de cantar y silbar al mismo tiempo y ¿Sabe que logro? Que ni canto, ni silbo.

¿Por qué necesitamos enfocarnos, o dejar de perseguir dos conejos? Porque somos limitados en el tiempo y en el espacio. En otras palabras, no vamos a vivir para siempre, no podemos estar en varios lugares a la vez, no tenemos todo el dinero, ni tampoco tenemos todo el conocimiento.

Supongamos que su visión es entrenar y multiplicar discípulos y esta muy contento haciendo esa tarea, pero viene un amigo y le dice, “Dios me ha bendecido y quisiera pagar para que tengas un programa de televisión.” ¿Qué harías? ¿Tratar de cantar y silbar a la vez?

Hacer discípulos es una tarea que requiere tiempo y mucha interacción personal. Mientras que un programa de televisión implica mucha creatividad, conseguir músicos, personas para entrevistar, ayudas visuales, maquillaje, selección de temas, mucha coordinación, trabajo de preparación y de filmación.

Gracias a Dios vivimos en un país libre donde hay muchas oportunidades y recursos, pero el siervo del Señor debe enfocarse. Los programas de televisión y de radio son excelentes herramientas pero tenemos que discernir cuando de veras estamos listos para usar esos medios.

Leia Mais…