22 octubre 2013

Elementos estrategicos


La primera vez que escuche la palabra Houston fue el día que los astronautas llegaron a la luna, estaba mirando desde afuera por una ventana el televisor del vecino. En ese tiempo, la idea de vivir en Houston era como pensar en vivir en la luna. Hoy, la realidad es que una gran mayoría de los que aquí vivimos, no nacimos en Houston.

La población de la gran área de Houston se estima en 5.9 millones. Se calcula que tenemos 345 grupos étnicos, lo cual nos convierte en la segunda ciudad más diversa de USA. (El área metropolitana  con 9 condados es la más diversa) La población hispana alcanza 2.1 millones. Estamos sumergidos en un inmenso campo misionero, pero seguimos perdiendo terreno en relación con el crecimiento de la población. Opino, que para enfrentar el reto, deberíamos incluir en la estrategia seis elementos:

1.      Fortalecimiento de la vitalidad relacional y espiritual de las congregaciones porque  esto nos   permitiría escuchar lo que el Espíritu está diciendo y encender la llama de la pasión.

2.      Desarrollo de líderes porque sin ellos es imposible tener células, clases de Escuela Dominical,  ministerios, y nuevas iglesias.

3.      Desarrollo de células o algún tipo de grupos que penetren los vecindarios porque las personas no vienen a los templos y si lo hicieran, no cabrían en ellos.

4.      Plantación de nuevas iglesias. Así como una pareja madura con la venida de los hijos, las congregaciones también maduran cuando tienen hijos y las iglesias nuevas crecen más rápido.

5.      Misiones interculturales.  Compartir a Cristo con los grupos étnicos. Si Dios nos trajo a vivir en medio de 345 etnias fue con un propósito misionero.

6.      Enfoque en la niñez: Es la edad más receptiva, hay que ganarlos antes de que sean reclutados para las pandillas, el terrorismo, las drogas, o las ideologías de moda.

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04 septiembre 2013

Liderazgo y aprendizaje


El tema del liderazgo comenzó a popularizarse en la década de los 90, o por lo menos en ese tiempo  comencé a notar la aparición de libros, conferencias y seminarios sobre este asunto.  Desde entonces hasta la fecha he observado que tanto escritores, conferencistas y líderes destacados remarcan la importancia del aprendizaje en el liderazgo.

Algunas de las frases que he leído o escuchado son: “El verdadero líder tiene sed de aprender.”  “Un verdadero líder siempre busca aprender algo nuevo.”  “Para un líder el aprendizaje es un asunto para toda la vida.” “Invierta el 50 por ciento de su vida en aprendizaje”

Sin embargo, observo a mí alrededor algunas personas ocupando posiciones de liderazgo que no muestran interés por aprender. Pasan los años y nunca se les ve en una conferencia, taller, ni seminario, ni mucho menos un libro en sus manos.    

Al conversar con estos “lideres”, uno puede notar que hablan de lo mismo de siempre porque están haciendo lo mismo, pero obteniendo los mismos resultados.  Si Ud. está en una posición de liderazgo, mida su deseo de aprender. En una escala de 1 a 10, siendo 10 la máxima intensidad del deseo, marque un número. Luego haga lo mismo con sus colaboradores y compare los resultados.

Si Ud. tiene un deseo de aprender más intenso que ellos, podrá influirlos para que se interesen en aprender. ¿Cómo? Compartiéndoles lo que Ud. está aprendiendo, invitándoles a las conferencias, o talleres que Ud. asiste, o compartiéndoles materiales e información.

Si su deseo es menor que el de ellos, pues está modelando un liderazgo retrogrado, o está en peligro de perder los seguidores que de veras quieren desarrollar su liderazgo. En conclusión, si Ud. está en una posición de liderazgo es urgente que tenga el deseo y desarrolle el hábito de aprender.

 

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07 agosto 2013

Comunicacion


El presentador hablando de transferir el mensaje levanto sus dos manos y en cada una tenía una cajita plástica con una cinta de grabación adentro, en palabras más breves dos casetes.  Sosteniéndolos arriba, El conferencista dijo, “El mensaje esta en este casete, pero si no lo transferimos a este otro, este quedara en blanco y cuando este otro se deteriore o sea destruido, no habrá más mensaje.” Lo mismo puede pasar con el evangelio.

Excelente ilustración, el mensaje debe transferirse a otras generaciones, a otras etnias y otras regiones del mundo, pero la comunicación del evangelio implica mucho más que hacer copias en casetes, u otros materiales. Es más complejo.

El mensaje del evangelio puede ser impreso en papel y entregado a miles de personas, pero eso no haría que miles se conviertan a Cristo. También puede gravarse en casetes o disquetes y distribuirse y posiblemente sea un poco más efectivo que las copias impresas, pero el evangelio es una clase de mensaje que se transmite mucho mejor en forma de carne y hueso.

Dios, el comunicador por excelencia, puede comunicarse con nosotros en la forma que él quiera, por ejemplo una vez le hablo a un profeta pagano, llamado Balam, por medio de una burra, pero cuando quiso compartir su corazón con la humanidad, se encarnó y vivió entre nosotros. El evangelista Juan refiriéndose a esa encarnación dijo, “Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1:14)   

Conclusión, sin dejar de usar lo tecnológico, debemos usar nuestras vidas y cuerpos para transferir el  evangelio porque el papel, los disquetes y los videos no pueden amar a la gente, ni orar o llorar con ellos, ni tampoco pueden escuchar con compasión, pero usted si puede. Somos el mejor material de transmisión del evangelio.

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03 julio 2013

CARTAS


No soy aficionado al juego de cartas, pero recientemente jugué con mis nietos y note que uno de ellos jugaba las cartas sin pensar. Esto me hizo analizar la semejanza que este juego tiene con la vida: Primero, no tenemos control de cuáles cartas recibimos. Segundo, tenemos control de cuáles cartas jugar y tercero, a veces tenemos oportunidad de sacar o cambiar cartas. Lo interesante es que jugadores con buenas cartas a veces pierden y viceversa.  

Hay gente que llega a este mundo con una mano de cartas muy precaria: Sin padre, sin dinero, y en un lugar donde no hay muchas oportunidades, pero van discerniendo la situación, juegan sus cartas sabiamente y ganan la partida. También hay quienes habiendo recibido un juego excelente, lo pierden   por la manera como juegan.

En el juego de la vida uno no debería lamentarse de las cartas que le tocaron, ni confiarse porque tiene unas buenas. Lo que debemos hacer es jugar lo mejor que podamos.

Relacionando este asunto con el ministerio, he observado que algunos pastores han comenzado  con excelente cartas: Facilidades bien ubicadas, líderes dedicados, buenas finanzas, hijos con talento musical que respaldan su ministerio y una preparación anterior que los capacitó para usar la tecnología. Otros inician su ministerio como resultado de una crisis en la iglesia, sin preparación teológica, con déficit en el presupuesto, con un grupo de creyentes desanimados y sin saber por dónde comenzar.

Sin embargo, todos tenemos una carta ganadora que necesitamos aprender a usar, está en Ef. 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en el antes de la fundación del mundo,…” Antes de que el juego comenzara, Dios ya nos había dispuesto las cosas para que fuéramos vencedores.

 

 

 

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04 junio 2013

La Gran Comision De Las Abejas


“Si las abejas desaparecieran, al hombre le quedarían cuatro años de vida” Albert Einstein. La anterior frase la vi en un mural de un lugar donde exhiben replicas gigantes de insectos. Inmediatamente pregunte ¿Por qué? Y la respuesta de una joven ecologista fue: “Es que las abejas son muy polinizadoras, el mayor porcentaje de la polinización lo realizan ellas.”

Yo ignoraba que además de producir miel y cera, en el ecosistema de la tierra ellas son las responsables de llevar la semilla para que las plantas se reproduzcan y multipliquen. Siguiendo este orden de pensamiento se puede ver que en el ecosistema espiritual de la tierra el cristianismo depende para su existencia, reproducción y multiplicación de sus “abejas” que son los discípulos.

Dios le asigno esa tarea a las abejas y hasta el momento la han estado cumpliendo muy bien. A nosotros también nos asignó una tarea en Mateo 28:19-20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todos las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.”  

Sin creyentes que lleven la semilla, el cristianismo puede desaparecer en cuestión de años. Así como las abejas trabajan no solo para subsistir, sino para que las plantas se reproduzcan, nosotros deberíamos trabajar y simultáneamente transportar la semilla del evangelio a las personas receptivas y luego entrenarlas para que hagan lo mismo. 

¡Qué asunto más simple y fundamental y a la vez tan descuidado! Las abejas construyen sus colmenas y fabrican la miel sin dejar de transportar la semilla, pero nosotros dejamos el discipulado para construir templos, realizar eventos y reuniones ignorando que la principal y verdadera tarea es hacer discípulos.  

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06 mayo 2013

El Edificio Tiene Iglesia


He observado que cuando se piensa en plantar una iglesia, la mayoría sueñan primero con un lugar de reuniones. Sin embargo, esa no fue la manera como Jesús comenzó la iglesia. Primero hizo relaciones, luego llamo a 12 para que estuvieran con él, más tarde envió a otros 70 y finalmente  ascendió a los cielos después de darnos la gran comisión, pero nunca hablo de edificios o lugares de reunión. ¿Por qué? Porque su concepto de la iglesia era gente en movimiento, no encerrada en un edificio.

Hoy, el razonamiento parece ser, “Si el cuerpo de bomberos, la policía, y la Cruz Roja tienen un edificio para servir a la comunidad, la iglesia también necesita uno” 

En nuestra mentalidad la falta de edificio es una limitación, pero también lo es  para los que ya lograron tener uno. ¿Qué pasaría si un huracán se lleva el techo, una inundación destruye los muebles, le suben la renta a una cantidad que sobre pasa su presupuesto, le dan una fecha límite para desocupar, o los inspectores de la ciudad por alguna razón le cierran el edifico?

No es malo que la iglesia tenga edificio, pero si es malo que el edifico tenga a la iglesia. Cuando la mayor parte del presupuesto se gasta en el edifico, y los creyentes se encierra a cantar esperando que los no creyentes vengan, el edificio tiene a la iglesia.

Como los edificios son espacio limitado la gente que pueden albergar es limitada. Los estudios indican que el promedio de asistencia a un edificio tiende a ser el 80% de su capacidad y el código de Houston permite construir en un acre solo para 125 personas. Por otro lado, en las casas, oficinas y cafeterías tenemos espacio ilimitado para compartir evangelizar y discipular, pero requiere una manera de pensar y actuar muy diferente.   

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10 abril 2013

Robo de ovejas


Un asunto muy sensible entre pastores es el llamado “robo de ovejas” ¿Existe realmente el “robo” de ovejas? ¿Qué es lo que realmente sucede cuando un creyente se va a otra iglesia? Los creyentes se cambian de congregación por motivos como la distancia, el divorcio, el descontento, conflictos con otros hermanos, o con el pastor. También al casarse  con alguien de otra congregación necesitan decidir a cual ir, o simplemente se sienten atraídos por el tipo de adoración, los programas y facilidades que otra iglesia ofrece, estos son los famosos creyentes consumidores.

Si hay algunos pastores y miembros sin ética ministerial que se atreven a invitar creyentes de otras congregaciones a su iglesia, lo cual es un intento de trasladar peces de un acuario a otro más grande o más bonito, en el cual el Reino no avanza, pero ultimadamente es el miembro quien decide si tiene el tiempo y si quiere aceptar esa invitación y al final es el miembro quien decide si se cambia o no de iglesia. El robo de ovejas o creyentes, en mi opinión, no es posible simplemente porque no son nuestras, son de Cristo y Él dice que nadie las arrebatara de su mano.

El creyente que asiste a una iglesia pertenece a una red de relaciones, tiene unas actividades semanales y con el tiempo una historia y una tradición común con sus hermanos. Por lo tanto cuando decide dejar una congregación, sufre para realizar el cambio y luego tiene que luchar para crear nuevos en la otra congregación.

Quejarse de “robo” de ovejas podría ser una indicación de mentalidad de escases porque afuera  hay tantas ovejas para robarle al enemigo que no cabrían en nuestros templos y en vez de quejarnos por uno que se va, celebraríamos por dos que llegaron.      

 

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18 marzo 2013

¿Excusa o desafio?


Cuando oímos de las maravillas y el impacto del evangelio en otras partes del mundo, a veces decimos, “Eso es allá, aquí estamos en otro contexto” Yo mismo he hecho ese tipo de comentario y así  descartamos la posibilidad de impactar con el evangelio nuestra comunidad. Examinemos las implicaciones de ese razonamiento, o excusa.

Primero, lo que realmente damos a entender es que allá, donde ocurren las maravillas, es más fácil servir al Reino y aquí es más difícil. Esto implica que Dios obra donde es más fácil y que aquí no obrara porque es más difícil. Estamos permitiendo que las circunstancias se impongan sobre nuestra misión.

Segundo, es cierto que aquí es otro contexto  con dificultades diferentes, pero debemos entender que, en todos los lugares y en todas las épocas, el evangelio siempre ha tenido que luchar contra la corriente. Cristo enseñó, predicó y marchó en contra de la cultura existente, lo mismo los apóstoles, los reformadores y los líderes donde hoy el evangelio avanza con poder.

Tercero, lo más fácil es acomodarse a la cultura religiosa existente y pensar que la transformación y el impacto son asunto para otros lugares, o épocas. Si esta es nuestra manera de pensar entonces ¿Para qué predicamos el Sermón Del Monte (Mt. 5-7)? O ¿Los 10 mandamientos, y los valores de la iglesia en el libro de Hechos? Estos pasajes no se alinean con nuestra cultura y sin embargo los enseñamos y predicamos.

Entonces ¿Cuál debería ser nuestra actitud hacia las maravillas que Dios hace en otros lugares?  Creo que deberíamos pensar, “¡Qué bueno!, ¿Cómo podríamos tener algo semejante entre nosotros? Eso significa que estamos dispuestos a explorar para descubrir los principios y como aplicarlos a nuestro contexto, luego evaluar los resultados e intentar ir de lo bueno a lo mejor. ¿No es eso lo que deberíamos estar haciendo?    

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04 febrero 2013

De la miseria al discipulado


Cuando veo las noticias de lo malo que ocurre en el mundo pienso que la mejor palabra para describir la situación es DECADENCIA, la misma impresión he tenido cuando he leído algo de historia. El mundo es como una fruta que se va pudriendo de adentro hacia afuera.

No deberíamos sorprendernos porque la Biblia nos dice claramente que la humanidad es una raza caída, que nadie es bueno por naturaleza, que ninguno busca a Dios intuitivamente, y que nadie hace el bien de manera natural. Uno de los pasajes que describe claramente la condición humana es Romanos 3:3:9-18.

Por eso es tan difícil plantar una iglesia, tan cuesta arriba que una iglesia avance victoriosamente y por eso es que el entrenamiento espiritual es tan escaso. Si el hombre fuera naturalmente bueno y buscara a Dios de manera intuitiva, los que quisieran ser malos tendrían que tomar entrenamientos, pero sucede todo lo contrario.

Imagínese evangelizar una persona que de manera natural se inclina al mal y que por instinto tiende a alejarse de Dios y convertirlo  en un soldado, o atleta espiritual, o en un labrador del huerto del Señor, las tres imágenes del discípulo que Pablo nos da en 2 Timoteo 2: 1-6. Ese nivel de madurez y desarrollo no se logra de un día para otro, ni en un culto, es un proceso que además del poder transformador de Dios, requiere mucha disciplina de parte del discípulo y del discipulador.

Como entrenadores no tenemos control de cuanta disciplina tenga un nuevo creyente, pero si es nuestra responsabilidad retarle a crecer y modelar constancia y disciplina porque si ellos perciben que no nos importa la puntualidad, ni el orden, ni la disciplina, van a tomar los asuntos del Señor como un algo sin importancia cuando en verdad la clave de la victoria es la disciplina.

 

 

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07 enero 2013

El fruto está en la raíz


Tengo un amigo que hace años soñaba con regresar a su país, hablaba mucho del retorno, tanto que yo creía que un día él se iría con su familia. Su corazón, en cierta manera estaba dividido porque vivía aquí, pero soñaba mucho con el regreso. Sin embargo, hace unos años dejo de hablar del regreso y últimamente cuando le ponemos el tema, dice que no piensa irse de Houston porque aquí están sus hijos y sus nietos. ¿Qué paso con mi amigo?  
Mi amigo paso por un proceso en el que echo raíces, ahora habla de Houston como “Mi ciudad”.  Como el fruto está en la raíz, todo lo que se necesita es un proceso de desarrollo saludable. Si Ud. lleva años aquí, sus raíces deben tener cierta  profundidad y debería preguntarse, ¿Qué clase de fruto voy a dar? Seguramente Ud. está contribuyendo con su trabajo y sus impuestos para que Houston sea más pujante, pero ¿Habrá otra manera de contribuir? Si y se llama “Por amor a Houston”.

“Por amor a Houston” es una iniciativa de la UBA  que consiste en hacer buenas obras mientras compartimos las buenas nuevas del evangelio. La idea viene de la persona de Jesús quien mientras compartía las buenas nuevas, hacia buenas obras. ¿Cómo puedo participar en “Por amor a Houston?”
1.      Orando por la ciudad. Para obtener una guía oración muy completa haga clic aquí.  

2.      Marcando Junio 1 al 8 como la fecha de movilizarnos para expresar nuestro amor por Houston.  

3.      Participando en el despegue de la iniciativa que tendremos en Febrero 23,24 y 25 en la Second Baptist Church. Para más información haga clic aquí.  

4.      Prestando atención a la información que salga de UBA sobre  “Por amor a Houston” y preparándose para participar.

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