10 abril 2013

Robo de ovejas


Un asunto muy sensible entre pastores es el llamado “robo de ovejas” ¿Existe realmente el “robo” de ovejas? ¿Qué es lo que realmente sucede cuando un creyente se va a otra iglesia? Los creyentes se cambian de congregación por motivos como la distancia, el divorcio, el descontento, conflictos con otros hermanos, o con el pastor. También al casarse  con alguien de otra congregación necesitan decidir a cual ir, o simplemente se sienten atraídos por el tipo de adoración, los programas y facilidades que otra iglesia ofrece, estos son los famosos creyentes consumidores.

Si hay algunos pastores y miembros sin ética ministerial que se atreven a invitar creyentes de otras congregaciones a su iglesia, lo cual es un intento de trasladar peces de un acuario a otro más grande o más bonito, en el cual el Reino no avanza, pero ultimadamente es el miembro quien decide si tiene el tiempo y si quiere aceptar esa invitación y al final es el miembro quien decide si se cambia o no de iglesia. El robo de ovejas o creyentes, en mi opinión, no es posible simplemente porque no son nuestras, son de Cristo y Él dice que nadie las arrebatara de su mano.

El creyente que asiste a una iglesia pertenece a una red de relaciones, tiene unas actividades semanales y con el tiempo una historia y una tradición común con sus hermanos. Por lo tanto cuando decide dejar una congregación, sufre para realizar el cambio y luego tiene que luchar para crear nuevos en la otra congregación.

Quejarse de “robo” de ovejas podría ser una indicación de mentalidad de escases porque afuera  hay tantas ovejas para robarle al enemigo que no cabrían en nuestros templos y en vez de quejarnos por uno que se va, celebraríamos por dos que llegaron.      

 

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