02 diciembre 2010

El Rechazo

Uno de los versos tristes de la Biblia dice, “A los suyos vino y los suyos no le recibieron” Juan 1:12a. Cuando el Verbo encarnado tenía dos años, el Rey Herodes ordenó matar a los niños menores de dos años de Belén con la intención de eliminarlo en la matanza.

Aunque en nuestros tiempos tenemos una fecha para celebrar su nacimiento, las cosas no han cambiado mucho porque el mundo lo sigue rechazando en maneras, que van desde la persecución hasta los que abogan por una navidad sin Cristo para no incomodar a los que creen diferente.

Lo curioso es que aun los cristianos tenemos maneras sutiles de rechazar a Cristo. ¿Cómo? A veces lo empujamos hacia el pasado al dudar que en el presente El este actuando; y que las maravillas y la transformación que los evangelios mencionan sean historias del pasado.

Otros lo empujan hacia el futuro, me refiero a los que viven tan obsesionados con la segunda venida, el anticristo y la gran tribulación que se olvidan que la gran comisión todavía esta vigente.

El discipulado cristiano, según el mismo Cristo comienza por negarse a si mismo y tomar su cruz cada día, no consiste en enseñar solo lo que hizo en el pasado, o lo que va a hacer en el futuro, sino en lo que El quiere y puede hacer hoy a través de nosotros.

Juan 1:14 dice, “aquel Verbo fue hecho carne y habito entre nosotros” literalmente “tabernáculo”, puso su tienda entre nosotros. Sabemos que ese “tabernáculo de carne” fue crucificado, pero después de la resurrección, se aparecía en medio de sus discípulos porque estaba entre ellos como había prometido que donde estuvieran dos o tres reunidos en su nombre, allí estaría.

En Apocalipsis 3:20 el Cristo eterno le dice a un grupo de creyentes en una ciudad llamada Laodicea. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a el…” Hoy, a pesar del rechazo, Cristo esta buscando personas que le sirvan de tabernáculo para morar y actuar en medio de la gente. ¿Qué vas a hacer? Empujarle hacia el pasado, o hacia el futuro, o abrirle el corazón para que establezca su morada en ti?

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El rechazo

Uno de los versos tristes de la Biblia dice, “A los suyos vino y los suyos no le recibieron” Juan 1:12a. Cuando el Verbo encarnado tenía dos años, el Rey Herodes ordenó matar a los niños menores de dos años de Belén con la intención de eliminarlo en la matanza.

Aunque en nuestros tiempos tenemos una fecha para celebrar su nacimiento, las cosas no han cambiado mucho porque el mundo lo sigue rechazando en maneras, que van desde la persecución hasta los que abogan por una navidad sin Cristo para no incomodar a los que creen diferente.

Lo curioso es que aun los cristianos tenemos maneras sutiles de rechazar a Cristo. ¿Cómo? A veces lo empujamos hacia el pasado al dudar que en el presente El este actuando; y que las maravillas y la transformación que los evangelios mencionan sean historias del pasado.

Otros lo empujan hacia el futuro, me refiero a los que viven tan obsesionados con la segunda venida, el anticristo y la gran tribulación que se olvidan que la gran comisión todavía esta vigente.

El discipulado cristiano, según el mismo Cristo comienza por negarse a si mismo y tomar su cruz cada día, no consiste en enseñar solo lo que hizo en el pasado, o lo que va a hacer en el futuro, sino en lo que El quiere y puede hacer hoy a través de nosotros.

Juan 1:14 dice, “aquel Verbo fue hecho carne y habito entre nosotros” literalmente “tabernáculo”, puso su tienda entre nosotros. Sabemos que ese “tabernáculo de carne” fue crucificado, pero después de la resurrección, se aparecía en medio de sus discípulos porque estaba entre ellos como había prometido que donde estuvieran dos o tres reunidos en su nombre, allí estaría.

En Apocalipsis 3:20 el Cristo eterno le dice a un grupo de creyentes en una ciudad llamada Laodicea. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a el…” Hoy, a pesar del rechazo, Cristo esta buscando personas que le sirvan de tabernáculo para morar y actuar en medio de la gente. ¿Qué vas a hacer? Empujarle hacia el pasado, o hacia el futuro, o abrirle el corazón para que establezca su morada en ti?

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20 octubre 2010

Asuntos ocultos

Cuando pensamos de una casa, nos imaginamos la apariencia interior y exterior. No pensamos en los sistemas necesarios para poder vivir en ella. Me refiero al sistema eléctrico, de gas, de agua, de aire acondicionado, de desagüe, muchos menos en otros sistemas fuera de la casa como sistema de recolección de basura, o de seguridad. Todo eso es necesario para poder vivir en una casa. ¿A quien le gustaría vivir en una hermosa residencia, en un vecindario donde no hay sistema de recolección de basura?

Algo parecido sucede con la iglesia, los líderes de congregaciones pequeñas escuchan a los pastores de las megas iglesias hablar de cómo Dios los ha bendecido, o de los principios que aplicaron para desarrollar una congregación de miles de personas. Luego los lideres de las iglesias pequeñas tratan de implementar esas ideas y no sucede nada, o peor, a veces dan origen a una situación de confusión.

Un de los errores es el ignorar que las mega iglesias también han desarrollado sistemas para atraer a la gente, para retenerlos, para atender a los niños, para discipularlos, para enviarlos, hasta sistemas para preparar sermones, estudios bíblicos, y quien sabe cuantos sistemas mas.

Estos sistemas no se ven y casi nadie habla de ellos, ni los explican, pero aclaremos. Un sistema es un conjunto de elementos interdependientes que funcionan en armonía formando una unidad más grande y compleja.

La Biblia habla de la iglesia como un cuerpo y hemos predicado mucho de esa diversidad en la unidad, pero un cuerpo también tiene sistema respiratorio, circulatorio, óseo, muscular, digestivo, creo que hasta un sistema de glándulas de secreción interna.

Casi todo tiene sistemas y hasta subsistemas. Por ejemplo, un carro tiene sistema eléctrico, de frenos, de aire acondicionado, de ventilación, y de lubricación. Cuando falla uno de ellos, el carro no trabaja.

Es posible que una iglesia desarrolle buenos sistemas, pero eso no es todo. Hay otro elemento oculto de carácter espiritual, podemos llamarlo el elemento teocentrico, Dios en el centro porque El es el que da el verdadero crecimiento, El que finalmente ilumina las mentes, convence las voluntades, trae las almas a Cristo y transforma las vidas. Sin este elemento, una congregación es como cualquier multitud que se reúne por algún tiempo con algún motivo, pero sin impacto en el mundo.

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13 septiembre 2010

La Lupa

Talvez de niño usted tuvo una lupa y con ella jugaba observando pequeños objetos, pero un día alguien le enseñó que también podía enfocar los rayos del sol en un papel y quemarlo.

La luz solar tarde ocho minutos para llegar a la tierra y sale en forma dispersa, pero si a través de una lupa la concentramos en un objeto, seguro que lo quema, es como acercar el sol al objeto.

Entonces, enfoque y concentración producen fuego, poder, efectividad. Igual sucede en nuestras vidas y ministerios. Si dispersamos fuerzas y tiempo, no tendremos poder de impacto, pero si enfocamos nuestra mente, tiempo, oración, y energías, haremos mas impacto. Sin embargo, una de las razones por las que el cristianismo esta perdiendo terreno no es la falta de enfoque, sino el enfoque equivocado.

Algunos se enfocan en un monumento. Cuando una congregación no tiene lugar de reuniones, tiene un problema serio, pagar renta y relocalizarse cada vez que el contrato de renta termina. Por lo tanto, se enfoca en construir un edificio y luego tiene que lidiar con el mantenimiento, el seguro y el pago de la deuda, pero el principal problema es que termina casada con un monumento y los monumentos no se mueven, solo consumen tiempo, dinero y encierran a la gente. En vez de ir, como mando el Señor, se abren las puertas del monumento esperando que la gente venga.

Otros se enfocan en un evento. Su calendario siempre está lleno de actividades para que la gente venga, un cantante, un predicador, un profeta, un apóstol, una conferencia, o una celebración. Este enfoque atrae y entretiene a la gente, pero las convierte en “costumers”. Viven de evento en evento y como dijo alguien, “Al evento se lo lleva el viento.” Los que tienen este enfoque deberían tener en cuenta que después de 72 horas la gente olvida el 92 por ciento de lo que escucharon.

Gracias a Dios otros se enfocan en el movimiento de Dios. El cristianismo comenzó como un movimiento. Por donde iban y mientras iban, hacían discípulos, se reunían en las casas y cuando podían tenían reuniones numerosas. Mientras fue un movimiento, el cristianismo cruzó barreras geográficas y culturales, pero cuando se convirtió en monumento, y se dedico a los eventos se estancó. Me pregunto, ¿Seria posible tener un edificio modesto, realizar algunos eventos y a la vez ser un movimiento?

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18 agosto 2010

Una Lección Sobre Discipulado

En toda mi vida cristiana, he escuchado muchas veces la frase “Id y haced discípulos”. Sin embargo, no estamos discipulando de manera correcta. Si lo estuviéramos haciendo estaríamos multiplicando discípulos e iglesias y no estaríamos perdiendo terreno en relación con el crecimiento de la población.

Los que van a la vanguardia en el discipulado dicen que nuestro error ha sido el confundirlo con la información, o transmisión de contenido por eso siempre estamos en busca de los mejores libros, videos y materiales para discipular. Pensamos que si pasamos la información, nuestros discípulos estarán eventualmente listos para orar con fe, derrotar el mal, ganar a otros para Cristo y discipularlos, pero ¿Que clase de materiales usó Jesús, o el apóstol Pablo para discipular? Ninguno, la imprenta no se había inventado. ¿Entonces en que consistía el discipulado? Sencillamente en desarrollar el carácter, en crecer a la imagen de Cristo y en aprender a servir. Todo esto ocurría de una manera natural, en una relación personal creciente. No en un salón de clase.

Hace unos días, el Señor me permitió vivir una experiencia que me ayudo a entender el eslabón perdido en el discipulado. Un amigo me invito a jugar golf, como el sabia que soy neófito en ese deporte, fuimos a un lugar donde solo se practica el golpear y tirar la bola lo más lejos posible y derecho.

Primeramente, mi amigo me explico como agarrar el palo, luego me hizo una demostración de cómo pararse frente a la pelota, doblar un poco las rodillas, y hacer el “swing”. Entonces, con entusiasmo hice lo mejor que podía, pero no pude golpear la pelota. Con mucha paciencia, me explico porque había fallado, y me hizo otra demostración. En una hora logre golpear la pelota de manera imperfecta solo cuatro veces.

De regreso a casa reflexione que si fuera a discipular un nuevo jugador de golf con el método tradicional usado en las iglesias, comenzaría por conseguirle un libro con la historia del golf, le explicaría las diferentes clases de palos que existen y le hablaría de los grandes jugadores que han existido y después de ponerlo a llenar espacios en blanco para completar frases, lo enviaría a jugar solo. Entonces al fracasar, no sabría porque, ni como corregir el error.

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07 julio 2010

Esplendor con necesidades

Hace años asistí a una exposición de fotografía y todavía recuerdo una titulada “Esplendor con Miseria”. En ella se veía la parte de atrás de un templo muy imponente y recostada sobre la pared de atrás, una humilde choza de cartón, y una familia cocinando en el piso con leña. La fotografía me impacto tanto que pensé, “Si algún día soy pastor, no me voy a involucrar en la construcción de un templo.”

El día de ser pastor llego y yo mantenía mi posición. Luego emigre a los USA y cuando fui invitado para ser el pastor de un grupo hispano, el pastor de la Iglesia anglo me dio un tour por el edificio educacional y me dijo, “Ustedes son parte de esta congregación y pueden usar todas estas instalaciones.” Para mis adentros pensé, “Magnifico, esto es lo que yo deseaba”, pero a medida que el grupo hispano crecía, más me llamaban a la oficina para preguntarme por algo que había sido dañado, desacomodado, o desaparecido. Nos convertimos en una molestia para los hermanos que nos patrocinaban y no nos sentíamos parte de esa congregación.

Una serie de experiencias muy reales me convencieron de que si la congregación que pastoreaba iba a tener cierta estabilidad en el futuro, necesitaba un edifico y me involucre en la recaudación de fondos, la compra de una propiedad y en un proceso de construcción.

En USA no he visto esplendor con miseria, pero si esplendor con necesidades, o sea mucho dinero en edificios y falta de fondos en otras áreas de servicio. La realidad es que todo grupo social necesita algún tipo de edificio, pero los edificios de las congregaciones deben ser modestos, vendibles y de uso múltiple. Modestos porque el dinero del Señor no es para levantar monumentos, sino para impulsar movimientos de transformación. Vendibles porque las comunidades cambian y algunas congregaciones necesitaran relocalizarse. Y de uso múltiple para que puedan servir a la comunidad.

Es muy importante de veras tener siempre presente que la iglesia no es el edificio, sino la gente. De hecho durante los primeros siglos del cristianismo las iglesias no tenían templos y la palabra iglesia en griego, el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, significa, los llamados afuera, no los llamados adentro. Por lo tanto en vez de centralizar actividades, deberíamos descentralizarlas.

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27 mayo 2010

Mariposa sin Alas

Se cuenta que una vez un estudiante de insectos estuvo observando como una larva trataba de salir de su estado de crisálida. La larva luchaba intensamente por emerger a través de un orifico muy pequeño y después de un día de observación, al estudiante se le ocurrió tomar su lapicero y con la punta ampliar el orificio para que el trabajo de la larva fuera mas fácil y saliera mas rápido. Al día siguiente, la mariposa emergió, pero sus alas eran imperfectas, podía aletear, pero no podía volar y murió al final de ese día.

La intención del estudiante no era mala, solo quería hacer el trabajo de la larva más fácil y rápido, pero esa ayuda no ayudó, sino que perjudicó el desarrollo de la mariposa, le robó la fortaleza que se obtiene de la lucha y la adversidad. La mariposa no tuvo el poder para volar y vivir porque entró a un nuevo ciclo de vida sin haber luchado suficiente en el anterior. Por lo tanto, la adversidad y las dificultades son necesarias para llegar a ser fuertes.

Aunque esta verdad es aplicable a la crianza de los hijos, la quiero relacionar con la plantación de iglesias. Nadie planta una iglesia para que sea dependiente, aislada, e indiferente al mundo, pero la realidad es que hay muchos grupos así en todo el mundo porque alguien con buena intención saco su lapicero y comenzó a hacer cheques para abrir un poco el pequeño agujero por donde la mariposa debía emerger. Al iniciar una iglesia, deseamos que llegue a ser como las del Nuevo Testamento en cuatro aspectos:
1. En autonomía, que aprendan a hacer sus propias decisiones, a autogobernarse.
2. En finanzas, que pueda subsistir sin ayuda externa.
3. En proclamación, que alcance gente de su misma cultura y que cruce barreras culturales para alcanzar otras etnias, o sea evangelistica y misionera.
4. En cooperación, que establezca relaciones con otras iglesias para impulsar el reino a nivel local y mundial.

Aunque los humanos necesitamos alcanzar un desarrollo pleno, a diferencia de las mariposas si necesitamos la ayuda sana de los padres y adultos para lograr esa plenitud. Igualmente, las nuevas iglesias necesitan ayuda sana que no dañe el desarrollo, pero que le permita a la nueva congregación salir del cascaron, batir sus alas y alcanzar nuevos horizontes.

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29 abril 2010

Cuidado Con Los Anticuerpos

Cuando un virus entra en nuestro organismo, inmediatamente ocurre una reacción, los anticuerpos, lo atacan para destruirlo y evitar la enfermedad que produce. Desde el punto de vista del cuerpo esto es maravilloso, pero desde el punto de vista del virus es lamentable.

Una de las maneras en que una iglesia se parecen a un cuerpo es en la forma como se comportan con un pastor nuevo. A veces la congregación lo percibe como un virus que amenaza sus tradiciones, maneras de operar, y de tomar decisiones. Los “anticuerpos” lo rodean, lo neutralizan y lo expulsan, lo cual resulta muy doloroso para un siervo de Dios, pero así es como lo perciben, ellos están tratando de defender y conservar lo que tienen.

En otras ocasiones el pastor movido por las mejores intenciones se comporta como un virus invasor. En su deseo de impulsar el reino pone en práctica lo que le dio resultado en las iglesias que pastoreo antes sin tener en cuenta que cada “cuerpo” es diferente y el resultado es una reacción de anticuerpos

Así como los médicos primero examinan, o estudian al paciente y luego le administran medicinas según la enfermedad, el peso, la edad, el sexo y las condiciones de su organismo, así también los pastores tenemos que estudiar la congregación y administrarle lo que necesita en cantidades, frecuencia, y dosis adecuadas para que se produzca la salud.

Entonces la mejor manera de cuidarse de los anticuerpos es no parecerse mucho a un virus. Cada uno de nosotros, especialmente los lideres tenemos cierta responsabilidad en la manera como la gente nos percibe. Si nos perciben como virus, nos atacaran, si nos perciben como algo saludable, necesario, o conveniente, nos aceptaran.

Stephen Covey dice que con la gente “Despacio es rápido y rápido es despacio” Dando a entender que primero debemos invertir tiempo en construir relaciones fuertes con la gente antes de intentar cambios y hacer demandas. Si un pastor esta muy apurado por avanzar rápido, de seguro le costara mas tiempo porque va a encontrar oposición, lo van a percibir como un virus invasor. En otras palabras primero hay que validar el cambio. Si la congregación tiene confianza en el líder y ve el valor del cambio será más fácil implementarlo.

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24 marzo 2010

Lentes color de rosa

Sabemos que si uno se pone lentes azules, ve todo de color azul y si se pone unos de color amarillo, ve todo amarillo, pero la realidad es que el mundo no es azul, ni amarillo. Sin embargo, todos tenemos unos lentes internos que nos hacen ver el mundo de cierto color, hablo de paradigmas, o modelos mentales.

Mientras viajaba en el subterráneo de New York, un hombre observaba a otro, cuyos niños corrían haciendo ruido y desorden; y pensó, “¿Por qué este hombre no controla sus hijos? ¡Que irresponsable!, no le importan sus hijos.” Entonces, le dijo, “Disculpe Señor, ¿Por qué no controla sus niños?” y el padre con voz triste respondió, “Señor si usted supiera, venimos del hospital, mi esposa murió hace una hora y yo no se como decírselo a mis hijos.” En ese momento los lentes con que juzgaba esa situación se le cayeron de su mente y comenzó a ver la realidad, su actitud cambio, experimento simpatía y pensaba si habría alguna manera de ayudarle.

Los lentes mentales más difíciles de cambiar son aquellos con que nos miramos a nosotros mismos y que en la mayoría de los casos son color de rosa. Por ejemplo, leemos o escuchamos textos como Romanos 3:23, “Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios” y pensamos, “Correcto, todos los hombres a través de la historia han pecado y en el día de hoy siguen pecando.” Sin darnos cuenta estamos pensando en tercera persona del plural, ellos, en lugar de pensar, “Entonces. yo soy pecador y estoy separado de Dios.” inconcientemente disminuimos la gravedad de la afirmación y no vemos nuestra realidad.

Estudiando las muchas referencias bíblicas a la maldad del hombre, los grandes teólogos han formulado la doctrina de la total depravación del hombre, que no es muy popular. Sin embargo, Jesús dijo que de dentro del corazón salen los malos pensamientos, los adulterios, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia y la insensatez.

Este diagnostico sobre nuestro corazón es una saludable mala noticia. Saludable porque es real y porque solo cuando una persona acepta su total depravación, al oír que “Cristo es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”, lo considera como buenas noticias.

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19 febrero 2010

¿Evangelismo de cosecha o de siembra?

Después de recibir mi entrenamiento en las cuatro leyes espirituales para presentar el evangelio. Mi entrenador me llevo a la cafetería de la universidad del Valle en Cali, Colombia, y pedimos 2 cafés. Luego el se acerco a un estudiante que estaba tomando Coca Cola y le pidió permiso para sentarnos con el, el joven acepto, nos presentamos y comenzamos charlar de deporte, y de pronto mi entrenador dijo, “Campo tiene algo interesante para compartirte sobre unas leyes espirituales.” Atrapado y sin salida, le presente las Cuatro Leyes y lo invite a recibir a Cristo por medio de una oración. Como el joven no estaba dispuesto a hacerlo, mi entrenador entro en acción tratando de persuadirlo a que recibiera a Cristo.

Por años continué haciendo lo mismo y como los resultados no eran los deseados, aprendí a usar otro método y después otro. Hoy, he llegado a comprender que estaba practicando un evangelismo de cosecha, que consiste en presentar el evangelio suponiendo que las personas están listas para decidir si entregan, o no sus vidas a Cristo. Este evangelismo a veces logra miles de profesiones de fe, pero profesión de fe no es lo mismo que conversión. No es malo usar un método de evangelismo personal, pero cuando se trata del destino eterno de las almas debemos buscar más efectividad.

Por lo tanto, necesito aprender el evangelismo de siembra que consistiría en encontrar a la persona donde este en su peregrinaje espiritual para estimularla a avanzar hacia su encuentro con Cristo. Avanzar no implica una decisión inmediata por Cristo, sino acortar la distancia que lo separa del Señor.

En la parábola del sembrador Jesús dice que parte de la semilla cayo en buena tierra y dio fruto. Detengamos a pensar, El sembrador primero siembra en buena tierra y después de un tiempo, lo sembrado da fruto. O sea que hay un proceso entre la siembra y la cosecha.

Los agricultores pueden anticipar el tiempo de la cosecha, pero cuando sembramos la palabra en los corazones de la gente, no podemos anticipar cuanto durara el proceso porque el corazón humano es tierra impredecible.
Entonces el evangelismo es más un estilo de vida en el que a veces estamos sembrando la Palabra, a veces cultivando, y a veces cosechando.

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