Recientemente mi esposa estuvo dos días en un hospital
a causa de una dolencia que tiene y mientras la acompañaba observé lo que
hacían desde el punto de vista de las mecánicas y las dinámicas.
Observe que para ingresar al hospital hay un
procedimiento por el cual pasan todos los pacientes, que va desde dar la fecha
de nacimiento hasta el nombre de la compañía de seguros. También observe como un
empleado de mantenimiento cambiaba una lámpara siguiendo un procedimiento
mecánico. Vi la gente que lleva las sabanas y piyamas a la lavandería. Todo
seguía movimientos mecánicos, la cafetería, la limpieza y la administración de
medicinas. La verdad es que todo funcionaba muy bien. Como dice el dicho: “Todo
fríamente calculado” con un alto grado de eficiencia.
29 octubre 2015
Friamente Calculado
Pero el problema del dicho “Todo fríamente calculado”
está en la palabra “fríamente” porque toda organización humana no solo tiene mecánicas,
también tiene dinámicas. Las dinámicas se refieren a las relaciones, a como los
empleados interactúan entre ellos y con los pacientes, a la manera como tratan
a la gente, a la parte emocional y espiritual.
Un paciente, con seguridad recuerda más la manera como
lo trataron que la manera eficiente en que realizan las mecánicas de la organización.
Esto es válido para una compañía aérea, un hotel, y especialmente para una
iglesia.
Piense en una iglesia donde comienzan y terminan a
tiempo, cada cosa está en su lugar y nada falla, eso es magnífico. Pero si les
falta una interacción cálida con los asistentes entonces lo que tienen es un
show cristiano cada semana. Ir a esa clase de organización es como ir a un
partido de básquetbol, o a una película, cuando se termina, cada uno se va para
su casa. Esa no es la clase de iglesia que percibimos en el Nuevo Testamento.
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