02 julio 2012
El mover de Dios
30 mayo 2012
Oración estratégica 2
Continuando
con el tema de pensar y orar estratégicamente debemos mirar a Jesús como una
persona estratégica en todo lo que hacia. Por ejemplo. Cuando estuvo frente a
las multitudes contemplando no solo la cantidad de gente, sino la condición
espiritual en que se encontraban, les dijo a sus discípulos. “A la verdad la
mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues al Señor de la mies, que
envié obreros a su mies.” Mateo 9:36-38
Jesus comparo las multitudes a un campo listo para la cosecha, pero con pocos obreros para recogerla. La solución, según el mismo, era rogar al Señor que enviara obreros a su mies. Pero además de orar y hablar, Jesus preparo y envió doce discípulos.
La tarea era tan grande que mas tarde Jesus preparo a otros 70 discípulos y antes de enviarlos volvió a decir: “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envié obreros a su mies.” Lucas 10:2
En la manera de Jesus proceder se observa claramente dos elementos estratégicos: El entrenamiento continúo de obreros y la oración continúa por más obreros. Entrenar y orar por más obreros era la estrategia de Jesús. Es importante notar por el contexto que estos obreros no fueron entrenados para ministrar dentro de un edificio los domingos, sino para servir y proclamar el evangelio afuera en las aldeas y las casas donde vivían las multitudes.
Sin obreros y sin entrenamiento no vamos a conquistar una ciudad porque las multitudes viven en constante multiplicación y la maldad también se multiplica constantemente. Por eso Jesus nos apura, “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues al Señor de la mies que envié obreros a su mies.”
01 mayo 2012
Oración estratégica
02 abril 2012
Enfoque
Algunos amigos dicen que me he vuelto popular por el dicho, “No debemos perseguir dos conejos a la vez porque no vamos a agarrar ninguno de los dos”. Es que me frustran las reuniones donde hablamos de varios asuntos y no concretamos ninguno. El punto es que lo que logremos en la vida es determinado en gran parte por nuestro enfoque.
En estos días alguien me dijo, “No podemos silbar y cantar a la vez”, y me impactó porque a veces trato de cantar y silbar al mismo tiempo y ¿Sabe que logro? Que ni canto, ni silbo.
¿Por qué necesitamos enfocarnos, o dejar de perseguir dos conejos? Porque somos limitados en el tiempo y en el espacio. En otras palabras, no vamos a vivir para siempre, no podemos estar en varios lugares a la vez, no tenemos todo el dinero, ni tampoco tenemos todo el conocimiento.
Supongamos que su visión es entrenar y multiplicar discípulos y esta muy contento haciendo esa tarea, pero viene un amigo y le dice, “Dios me ha bendecido y quisiera pagar para que tengas un programa de televisión.” ¿Qué harías? ¿Tratar de cantar y silbar a la vez?
Hacer discípulos es una tarea que requiere tiempo y mucha interacción personal. Mientras que un programa de televisión implica mucha creatividad, conseguir músicos, personas para entrevistar, ayudas visuales, maquillaje, selección de temas, mucha coordinación, trabajo de preparación y de filmación.
Gracias a Dios vivimos en un país libre donde hay muchas oportunidades y recursos, pero el siervo del Señor debe enfocarse. Los programas de televisión y de radio son excelentes herramientas pero tenemos que discernir cuando de veras estamos listos para usar esos medios.
01 marzo 2012
El Supremo Llamamiento
En el supuesto caso de que Vd. recibiera dos ofertas de trabajo, una con un salario de $ 4,000 dólares mensuales más beneficios y otra de $ 6,000 con iguales beneficios, creo no equivocarme al pensar que aceptaría la segunda.
En términos bíblicos Vd. tendría dos llamados y necesitaría escoger uno. El apóstol Pablo también tuvo dos llamados, el del judaísmo y el de Cristo. En el llamado judío tenia mucho que ganar porque pertenecía a la tribu de Benjamín, tenia gran disciplina para someterse a la ley, era conocedor de la historia y las escrituras judías, y su reputación era irreprochable.
En el llamado de Cristo solo se le ofrecían riesgos. Por un lado, los cristianos desconfiaban de el porque era perseguidor de los discípulos y por el otro, los judíos estaban tratando de desaparecer el movimiento cristiano. Sin embargo Pablo escogió el llamado de Cristo y años después dijo que todo lo que tenía lo había considerado como basura por seguir a Cristo y se refirió a ese llamado como el supremo llamamiento.
El supremo llamamiento no es exclusivo para el apóstol Pablo, es para todos y consiste primero en pertenecer a Cristo. No consiste solo en decir que uno tiene a Cristo, sino en que Cristo me tiene a mí, me posee, me domina.
El supremo llamamiento también consiste en ser más y más como Cristo, parecerse a El en el carácter. No solamente hablar de Cristo, sino en reflejar al Cristo interior que reina en el corazón.
También consiste en involucrarse en la gran comisión expresada en Mateo 28:18-20. No se trata solo de plantar iglesias y ofrendar para las misiones, sino en hacer discípulos teniendo en cuenta que un discípulo es una persona entrenada para obedecer lo que Cristo ha mandado y entrenar a otros para que entrenen a otros.