En nuestra mesa de comer tenemos un pequeño recipiente con palillos de dientes. La mayoría de palillos que he visto son usables por las dos puntas, pero estos no porque en una de las puntas es una cabecita torneada.
Se me ocurrió pensar que si el encargado de la calidad de ese producto notara que los palillos están saliendo más cortos, más largos, o con otro diseño, el mandaría parar la maquinaria para averiguar lo que pasa porque la maquinaria no fue programada para producir esa clase de palillos.
Aunque no es apropiado comparar la iglesia con una máquina, pienso que si hay un punto valido de comparación y es el siguiente. Frecuentemente nos quejamos de que los cristianos no son la clase de discípulos, o líderes que deberíamos ser, pero quizás la razón principal es que nuestras iglesias están diseñadas para producir precisamente la clase de cristianos que tenemos y somos.
En vez de criticar el producto, deberíamos examinar el sistema que los produce. Nuestra manera de evangelizar, discipular, y de adorar está programada para producir los resultados que estamos obteniendo.
No creo que lamentar y criticar el producto nos ayude a mejorarlo, pues cuando una persona llega a una congregación después de un tiempo adopta un cumulo de prácticas y rutinas, se conforma a la vida de esa congregación. Entonces no deberíamos criticarle por ser como nosotros le hemos enseñado que sea.
Lo que predicamos y enseñamos es lo que la gente cree que es el evangelio, pero habría que ver si estamos predicando el mismo evangelio que predicaron los apóstoles. Entonces sería muy conveniente, primero que todo, pedir al Señor que nos ilumine y luego releer los evangelios y el libro de los hechos tratando de descubrir como lo hicieron ellos. Sería una manera de avanzar hacia el pasado.
14 octubre 2014
Avanzar hacia el pasado
04 septiembre 2014
Piloto Automatico
Todos sabemos lo que
es un piloto automático, pero con el fin de expresarme mejor, le aclaro que estoy
pensando en el aparato que opera un avión, o un mecanismo y lo hace por sí mismo.
Me maravillo al
pensar que he volado con 300 más personas, de noche, en un avión controlado por
un piloto automático. Pero nosotros también tenemos piloto automático. Si no
¿Cómo es que llegamos a casa meditando en mil cosas, o escuchando música? Llegamos porque un piloto automático mental
condujo el carro, ¡maravilloso!
Pero no es una buena idea
plantar, o pastorear una iglesia por piloto automático porque esta tarea es más
complicada y dinámica. Además, no nos deja escuchar lo que el Espíritu Santo
nos dice porque el Espíritu no trabaja automáticamente.
Sin embargo, hay un
piloto automático controlando la manera como plantamos y conducimos la iglesia
en el día de hoy, hablo del emperador Constantino. Antes de Constantino, el
crecimiento y desarrollo del cristianismo, primeros 300 años, fue vertiginoso, para
el siglo cuarto, se dice que, la mitad del imperio romano era cristiano, pero aun
había persecución.
Entonces, entró en
escena Constantino, primero con su edicto de tolerancia y luego con otros, la
iglesia comenzó a centralizar sus actividades en el domingo y en los templos,
que competían en tamaño y esplendor con los paganos. Como resultado, el
crecimiento comenzó a desacelerarse hasta llegar a experimentar, solo crecimiento
biológico.
Hoy, cuando se planta
una nueva iglesia, automáticamente pensamos en tener culto público el
domingo, en un templo, o lugar rentado, en
vez de repensar un modelo más neo testamentario. Pero el piloto automático, no
solo nos impone donde y cuando reunirnos. También nos dicta que hacer, como
hacerlo y quien lo debe hacer. Necesitamos desconectar el piloto automático y
navegar guiados por el Espíritu con la Biblia como manual de instrucciones.
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07 agosto 2014
Contra La Corriente
En estos días, viendo la indiferencia de algunos, me
dije a mi mismo, “Creo que estoy nadando contra la corriente.”, pero un par de
días después revisando las notas de mi teléfono encontré una que me aclaro un
poco la perspectiva: “Los peces muertos van con la corriente”.
La mayoría siempre ha ido con la corriente. Por ello si
Ud. descubre que lo que está haciendo es difícil, desafiante y encuentra
resistencia es porque va contra la corriente. Y si puede nadar contra la
corriente, no solo está vivo, esta fuerte, solo los fuertes pueden ir contra ella.
Hace como 4,000 años cuando las naciones persistían en
la idolatría, Abraham decidió nadar contra la corriente: Dejo su tierra, sus
parientes, y se fue a la tierra que no conocía para ser el padre de una nación
monoteísta, que solo cree en un Dios. Moisés y Jesús también nadaron contra la
corriente. Todos los siervos de Dios han
tenido que nadar contra la corriente.
Conclusión, el
saber que estamos nadando contra la corriente, no debería desanimarnos, al contrario debemos sentirnos desafiados a
hacerlo y pensar en cómo hacerlo de manera más efectiva.
Cuando era adolecente tenía una bicicleta y un día que
intente subir una calle cuesta arriba, no pude
llegar ni a la mitad del bloque. Sin
embargo, días más tarde, vi a otro joven subir la misma calle y continuar su
ruta. Yo me quede boquiabierto viéndolo, ¿Cómo lo hizo? En zigzag. En pocos
días, yo era experto en subir esa calle.
Entonces, hay maneras de nadar contra la corriente.
¿Cómo podemos aplicar este concepto del zigzag a nuestro ministerio? Es
necesario de vez en cuando parar las actividades para explorar nuevas ideas y pedirle al Señor
que nos ilumine mejores maneras de ir contra la corriente.
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16 julio 2014
¿Por que crece una iglesias?
Es común
que a los pastores, que han logrado un crecimiento notable en sus
congregaciones, se les invite a explicar el por qué y el cómo de su incremento.
He tenido la oportunidad de escuchar o leer las explicaciones de algunos de
ellos y noto que se pueden agrupar en dos categorías.
Por un lado
los que explican su crecimiento como obra de Dios. Ellos hablan de lo mucho
que oraron y ayunaron para que el Señor
los bendijera con gente. Uno queda convencido que la receta para el crecimiento
es ayuno y oración.
Por el otro
lado, algunos han explicado su crecimiento sin mencionar la oración, hablan de estudios
demográficos y de los cambios que hicieron en el formato de la iglesia para
hacerla más atractiva a la gente.
¿Sera que
hay una manera humana y otra divina de desarrollar una iglesia? Recordemos que
estos siervos al explicar cómo crecieron, están interpretando los hechos
ocurridos en su congregación y nuestras interpretaciones de la realidad son incompletas.
¿No será
que una congregación crece por una combinación de factores divinos y humanos?
Yo creo y siento que deberíamos orar más para que el Padre traiga las almas a
su Hijo, Juan 6:44. Pero también me parece conveniente estudiar la demografía,
clarificar la visión, practicar la planificación y la administración, usar la
publicidad y la tecnología para glorificar a Dios.
El apóstol
Pablo dijo que él se hacía judío para ganar a los judíos, se hacía como sin ley
para ganar a los que estaban sin ley y débil para ganar a los débiles y se
hacía de todo para salvar a algunos. 1 Corintios 9:19-22. En los tiempos de
Pablo no existía la mercadotecnia, pero parece que el usaba algunos conceptos
de mercadeo para comunicar el evangelio, pero por seguro, Pablo también doblaba
rodilla y clamaba por las almas.
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12 junio 2014
El Sabio
Se cuenta que en un pequeño pueblo vivía un sabio muy famoso,
tanto que muchos, procedentes de otras regiones venían a consultarle. Un
observador, impactado por su fama, decidió investigar cuál era su secreto y
comenzó a indagar el asunto con las personas que lo habían consultado y
encontró tres cosas:
Primero que el sabio era muy bueno para escuchar, la
gente le dijo que era un hombre de pocas palabras, que siempre los estuvo mirando
con mucha atención a su cara, como tratando de leer sus rostros y expresiones.
La segunda cosa que le dijeron es que les decía mucho
que simplificaran. Algunos le contaron que en medio de una pausa, el sabio les
decía, “Simplifique, simplifique” y al despedirse, había insistido “Y
simplifique”.
Con el fin de ir más al fondo, el investigador,
finalmente, decidió visitar al sabio y durante su entrevista descubrió la
tercera cosa: Que era sordo.
No me cabe duda de que esta historia fue inventada,
pero tiene tres enseñanzas útiles para la vida y el ministerio:
- La gente necesita que alguien los escuche.
- Al contar sus problemas, la gente los entiende mejor y a veces ellos mismos disciernen lo que deberían hacer.
- Muchos de nuestros problemas suceden porque nosotros mismos complicamos la vida y la solución consiste en simplificar.
A veces creemos que agregando actividades y añadiendo
extras al ministerio de la iglesia vamos a hacer un gran impacto, pero podría
ser al contrario, que lo que necesitamos es concentrarnos en lo más básico.
Cristo Jesús es el maestro de la simplificación, su vida era simple y su
mensaje también. Entonces ¿Por qué complicarlo?
Si ya ha probado añadiendo cosas sin resultados
favorables, pruebe simplificando, dedíquese a hacer una sola cosa, discípulos.
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